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...para contener toda la baba cuando alguno de mis retoños hace alguna nueva monería.
A estas alturas, que una ya es madre "veterana" debería de estar curada de espantos y no babear de esta manera cada vez que la Princesita hace algo diferente. Pero, ¿qué le vamos a hacer? con el tiempo y las nuevas tecnologías veo que cada vez más me convierto en una madre 2.0 y me vuelvo loca con el móvil, el whatsup, el facebook y todo medio de comunicación que caiga en mis manos.
Esto ha empeorado mucho con el tiempo. Cuando nació el Principito babeábamos igual pero no teníamos a mano tantas facilidades para compartir el momento con el universo. Todo hay que decirlo, con 2 años el peque ya tenía 4 foto-albums completitos para él. De vez en cuando enviábamos alguna foto por email o colgábamos un video en Facebook -por eso de tener a mis hermanas lejos y que no venían los avances del retoño.
La peque aún no tiene ni 5 meses pero ya es una zalamera de cuidado. Sabe perfectamente qué hacer para que estén por ella y babeemos cuál Homer Simpson ante una rosquilla de chocolate.
Supongo que es más que evidente incluso para una bebita tan pequeña. Cada vez que balbucea algo todos nos giramos y le hacemos carantoñas; si sonrie recibe besos y mimitos a mansalva; cuando coge algo con cierta habilidad es celebrado como si hubiera escalado el Everest.. Vamos, que la falta de criterio parental es taaaaaan grande, que hasta un eructo es motivo de júbilo familiar.
Así estamos, haciéndole fotos con cada nuevo modelito que cae en nuestras manos e inunando a los contactos más cercanos -tampoco es cuestión de ir enviando fotos de los niños a semi desconocidos o gente con poco trato- con mensajes de whatsup, line, facebook, mail... y lo que se encarte.
Pero el súmum llegó hace unos días.. ahí ya creo que perdí el norte completamente y el karma me lo hizo saber.
La nena ha empezado a balbucear con frecuencia. Así como el Principito iba a su rollo y balbuceaba al tun-tún sin ningún rigor ni sonoridad que pudiera ser ni remotamente intrepetada como algo inteligible, ésta apunta maneras y los primeros balbuceos han ido directos a desarmarme completamente para los restos.
¿Adivinan qué balbucea? "mmma mma" ¡Ooooooooooh! No recordaba el absurdo orgullo maternal que te invade cuando tu retoño dice sílabas inconexas que a tí te parecen un claro "mamá"
Como además me debió ver la cara de veneración total hacía ella, se dedica a repetirlo en bucle continuo y yo creo que no hay suficientes cubos para contener toda la baba que se me cae al oirla.
Así que no se me ocurrió más que grabar la hazaña. Y la Princesita debió de ver su momento para brillar y, no contenta con repetir el balbuceo "mma-ma" rizó el rizo haciendo variantes y diciendo claramente "mami".
Como buena madre tecnológica que ha inmortalizado el momento me volví loca y empecé a hacer una difusión por whatsup entre todas las hermanas, primas, amigas, tías...
¡Ups! "Archivo demasiado grande para enviarlo por whatsup".. Todo el mundo bombardeándome a mensajes porque les había llegado el texto pero no el vídeo. En 30 segundos tenía más de 100 mensajes preguntando, exigiendo o reclamando el vídeo que, teóricamente, les había enviado.
Nueva difusión a todo quisqui avisando que el vídeo era demasiado grande para el whatsup y que lo enviaba por email -¡ilusa de mí! Como si por email pudieras enviar archivos grandes.
Total.. lo envío y no se me ocurre comprobar la bandeja de salida para ver si realmente se estaba enviando.
A los 5 minutos tenía de nuevo 100 mensajes diciendo que dónde estaba el correo y que si les estaba tomando el pelo o ¿qué?
Compruebo el correo y veo que sigue ahí, atascado sin poder salir. ¿Qué hacer? Pues lo subo a fecebook.
De nuevo mensaje a todo quisqui que el correo tampoco me dejaba enviarlo y que lo subía a facebook.
Esa tarde comprobé que la paciencia de la gente tiende a cero y que la conexión de mi móvil para subir un vídeo a la red es una caca. Total, que mientras subía las 26 megas de vídeo a velocidad de caracol reumático, me iban llegando de nuevo mensajes y más mensajes diciendo que en Facebook no había nada, que si es que no les había dado permisos para ver el vídeo -que sí, que una es spammer pero muy paranoica con a quién deja ver fotos o vídeos de los peques.
Tras 200 mensajes con sus correspondientes aclaraciones sobre la calidad de la conexión de mi móvil, por fin, el vídeo estuvo disponible en la red.
En menos de 5 minutos ya tenía récord de "Me gusta" y montones de comentarios.
Y luego me acusan a mí de babear con la niña...
Esos momentos hay que dejarlos inmortalizados, para tener constancia que cuando hagan alguna trastada, volver a verlos y se nos pasará un poquito el mosqueo.
ResponderEliminarSalu2
Wow!! Qué emoción! Mi primer comentario! :-)
EliminarSon de esos momentos con los las mamis babeamis y con los que avergonzaremos a los retoños en un futuro.
Esta generación lo tiene chungo con tanta tecnología disponible para inmortalizar cada minuto, almacenarlo y distribuirlo.. Si eran las 4 fotos de pequeña y me moría de la vergüenza cuando mi madre las exhibía..