lunes, 6 de mayo de 2013

Muebles Ikea y llaves Allen


Al comprar un mueble Ikea ya sabes a lo que vas. Sabes que te toca recorrer el infernal laberinto de la exposición, buscar el mueble que quieres en cuestión, apuntarlo todo en las minihojas que te dan, abajar al almacén, buscarlo, cogerlo, pagarlos, cargarlo, subirlo a casa y, sobretodo, montarlo. Ya sabes que al abrir la caja encontrarás una (e incluso varias) llaves Allen entre los tornillos, tacos e instrucciones. Siempre es así, un mueble Ikea viene con su correspondiente llave Allen. Es el comportamiento esperado, el habitual. No obstante, algunos muebles requieren de otras herramientas no suministradas para su montaje, como puede ser, un destornillador.
Tal vez te sorprenda saber que necesitas un destornillador. Quizás te asombre que no todo se pueda montar con una llave Allen pero todo tu asombro y tu sorpresa no te van a librar de tener que buscar (y usar) un destornillador si quieres montar el mueble.

Mi trabajo no tiene absolutamente nada que ver con Ikea ni con muebles de ningún tipo, pero el símil me viene muy bien para describir las situaciones tan absurdas con las que me tengo que enfrentar, a menudo, en Bohemialandia.

Todo empieza cuando mi jefe decide que hay que comprar escritorios nuevos para todo el personal. ¿Alguien lo ha pedido? No ¿Alguien se ha quejado del actual? No ¿Es necesario, entonces? Discutible.. Pero como él decide que hay que estar a la última en todo y que el modelo nuevo de escritorio es la repanocha, pues ahí que va a comprar 200 escritorios Ikea nuevecitos y flamantes que te endosa para que montes en su lugar correspondiente. Así que te ves las caras de malas pulgas de los compañeros que ya está acostumbrados a sus escritorios y no han pedido que se les cambie y tú dispuesta a poner muebles nuevos a todo quisqui.

Entonces miras el catálogo de Ikea con la nueva colección de escritorios, las características y todo lo que pone que necesitas para montarlos. ¡Oh! ¡Sorpresa! Estos escritorios nuevos necesitan de un destornillador para ser montado. No ves gran problema y decides pedirle uno a tu jefe:

Yo: Necesito un destornillador.
Jefe: ¿Para qué?
Yo: Para montar los nuevos escritorios de Ikea.
Jefe: Los muebles Ikea siempre se han montado con una llave Allen.
Yo: Sí, pero para éste necesitas también un destornillador. Lo pone en las instrucciones.
Jefe: El modelo actual se montó solo con llaves Allen.
Yo: Pues éstos necesitan un destornillador...

Se hace el loco y pasa de todo dejándote sin destonillador y un tanto flipada con la conversación.
Días después vuelves a la carga porque, por si no ha quedado claro, necesitas un destornillador. Armada con una copia de las instrucciones, que ponía la evidencia a mi favor, la conversación degenera de una manera tan absurda que empiezo a plantearme que haya cámaras ocultas por las oficinas y todo sea una gran broma pesada.

Yo: Necesito un destornillador.
Jefe: ¿Aún sigues con el destornillador?
Yo: Es que lo necesito para montar los escritorios Skrivbord. Mira, te traigo las instrucciones.
Jefe: Los muebles Ikea siempre se han montado con llaves Allen.
Yo: Pero éste necesita también un destornillador, mira, lo pone aquí.
Jefe: Pues si hasta ahora todos se han montado con llaves Allen, no veo la necesidad de un destornillador para montar éstos.
Yo: La necesidad es clara, lo pone en las instrucciones de montaje.
Jefe: (sintiéndose acorralado desvaría)  A ver, creo que aquí tenemos un problema de comunicación...
Yo: Problema, ninguno: Necesito un destornillador para montar los nuevos escritorios.
Jefe: Parece que cuando hablamos de montar el escritorio lo hacemos en contextos diferentes.
Yo: ¿Cómo puedes montar un mueble en contextos diferentes?
Jefe: Claro, yo hablo del montaje desde que llegan los escritorios y hay que descargarlos, almacenarlos, comprobarlos y asignarlos. Tu hablas del montaje en el puesto final.
Yo: Bueno, es que los puedes almacenar, comprobar y asignar como quieras, pero para montarlos sigues necesitando un destornillador.
Jefe: El mueble Langstump no necesita destornilladores para el montaje..
Yo: Pues mi lavavajillas tiene un programa que es la leche y te ahorra un 30% de agua y energía más que en el programa normal, que ya es AA.
Jefe: ¿¿¿¿Quééééééé??????
Yo: Como hablas de otra cosa creía que habíamos cambiado de tema.
Jefe: No, pero hay que mirar hacia donde va la tendencia de Ikea en el montaje de muebles.
Yo: La tendencia puede ser la que quieras pero éste mueble no lo montas sin un destornillador.
Jefe: Si tanto insistes, tú misma. Usa un destornillador si eso te es más cómodo.
Yo: Ni más ni menos cómodo, es que no hay otra manera. Lo pone en las instrucciones.
Jefe: Para añadir un cajón al escritorio actual se puede hacer con una llave Allen. Y no veo la diferencia entre añadir un cajón y montar el Skrivbord.
Yo: Pues hay una gran diferencia. Por mucho que le añadas un cajón al escritorio actual, seguirás teniendo el mismo escritorio. De la otra forma tienes un escritorio completamente nuevo.
Jefe: Otras empresas llaman "cambio de mobiliario" a añadir cajones a los existentes.
Yo: Pues otras empresas tienen un error de concepto. Además, es que lo pone en las instrucciones, no hay más que discutir.
Jefe: Úsalo si quieres pero queda mucho por discutir. ¿Qué opinas tú?

La pregunta va dirigida a mi compañero de al lado que ha seguido la conversación como quien tiene entradas de primera fila para un espectáculo cómico.

Compi: Que tal y como están subiendo los impuestos y la luz, quiero saber la marca de ese lavavajillas que ahorra tanto....
Es un cachondo.

Luego la gente se sorprende de que vaya a acabar con una úlcera..



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