martes, 11 de junio de 2013

Mala suerte congénita...

Esto ya es para mear y no echar gota..

De normal no es que nos caractericemos por ser una familia con suerte.. ni un poquito de buena suerte solemos tener. Vamos, que jugamos a la primitiva cada semana por tener una ilusión en la vida porque está claro que si en 10 años no nos ha tocado más que añgún reintegro, es que la cosa no va con nosotros.

Pero es que el pobrecito Principito ha heredado nuestra mala suerte y parece que de manera duplicada porque ya empieza a ser absurdo el nivel de cosas que nos pasan.

Cuando había que pedir plaza en la guardería resulta que tocó año de "baby-boom" y la lista de espera para una plaza en la guarde pública era más larga que un día sin pan. Por supuesto, se hizo el sorteo de desempate para ordenar la lista. ¿En qué puesto quedó el Principito? El penúltimo, sí parece que ahí había alguien con peor suerte que nosotros.
El caso es que en los pueblos aledaños siempre habían sobrado plazas para ese curso y también les habíamos inscrito. Por suepuesto ese año todo cristo decidió meter a sus hijos en la guarde y nos quedamos sin plaza en todas las guarderías en 3 pueblos a la redonda. Digno de ver porque en muchas el único que quedaba fuera era él..
Tocó pagar guardería privada e ir tirando como se podía.

Pasaron los años y llegó el momento de hacer la preinscripción al colegio de primaria. Teníamos claro cuál queríamos y parecía que había bastantes opciones. Hicimos la preinscripción, pasamos todo el proceso y publicaron las listas. Había 26 solicitudes para 25 plazas; la probabilidad de quedar fuera era bastante pequeña, ¿no? Pues se hizo el sorteo y ¿quién quedó en el puesto 26? ¡Mi Principito! ¡Por supuesto!
Ese día no me lo creía. Me dió un ataque de nervios al ver que nos habían asignado el cole que está en la otra punta del pueblo (más de media hora andado.. y ¡con un niño de 3 años!). Desesperación total, alegaciones, reuniones, súplicas, amenazas.. Ya perdí el norte y acabé en plan Corleone con la regidora de educación.
Por algún azar del destino, se amplió el ratio por clase en 1 y, aún no me lo creo, pudo entrar. Él consiguio plaza en el cole y yo fama de macarra e histérica en el ayuntamiento. Todo tiene un precio.

Pasa el curso y llega el momento de los coles de verano para suplir esos meses en que los niños no tienen nada que hacer pero los padres pringados curramos como el resto del año. Se publican las bases del cole de verano municipal: 90 plazas por semana, parece que no habrá problema de cupo. ¡JA! Avalancha de inscripciones y posterior sorteo (el más injusto que he visto). Se hacía por orden alfabético y, ¿qué letra salió? Justo la siguiente a la del primer apellido de mi Principito. ¿En qué posición le dejaba eso? ¡¡¡El último!!!! ¡Por dios! Es que parece mentira. En una de las semanas estaba en el puesto 73 de lista de espera. Para flipar, os lo aseguro.

Pero no contentos con eso, decidimos apuntarle a la escuela de música municipal, a ver si desarrolla ese amor por la música que tiene y resulta que es un portento. Ahí ya fuí a sabiendas de nuestra mala suerte y me enteré de que, si se apuntaba otro miembro de la familia (véase yo), le daban puntos extra. Así que ni corta ni perezosa me inscribí para canto coral (¡habráse visto!!) para que le dieran los punticos a él.
Hoy han publicado las listas y ya no sabía si echarme a reír cúal transtornada o a llorar como una magdalena. ¡¡¡Directamente es que ni está en la lista!!! Casi me da un síncope y he hecho a mi Costillo llamar inmediatamente al ayuntamiento a ver qué c..ñ.. había pasado (creo que yo ya soy persona non grata en educación y no es cuestión de volver a montar la escena de madre histérica, que una no es mucho de controlar los nervios).
Resulta que sí que está, con todos sus puntos extra y todo.. pero en la clase de los de 3 años, en lugar de los de 4 años que son los que le corresponden. ¿¿Mande??? Por esta vez parece que la cosa tendrá fácil solución y le cambian de grupo sin más. Ahí viene el problema, a Florecilla no le han contando los puntos extra (que su madre hizo lo mismo que yo)  y está la última de la lista; así que cuando cambien al Principito, ella queda fuera. ¿Os lo podéis creer? Creo que la centralita del ayuntamiento hoy echa humo...

Espero que a mi pobre niño nunca le vaya la vida en un sorteo, porque no tiene nada que hacer..

2 comentarios:

  1. Uuuuffff, lo del Principio es de película de terror. Pobre. Mucho ánimo. Espero que con la Princesita, cuando llegue el momento, no tengas tantos problemas. Besos.

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    1. Bueeeno.. de momento tampoco entra en la guardería; pero quedar la 9ª de 23 en lista de espera entra dentro de lo que considero "normal". Ya veremos cómo evoluciona.

      Y con el Principito estoy convencida de que el karma, el destino, el universo.. le está reservando algo muy gordo y muy bueno y no malgasta energía en cosas banales.. ;-P (el que no se consuela es porque no quiere)

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